Desde el principio de los tiempos, la mujer, como tal, se ha
visto sometida la figura del hombre, debido una sociedad machista que siempre
la ha degradado al puesto de “sexo débil” pasando, en la mayoría de las
ocasiones, a un segundo lugar en la historia.
¿Sexo débil? Quizás, en lo que a fuerza física se refiere,
pero, tal y como han demostrado durante milenios, no, en lo que respecta a
coraje, devoción, amor, constancia e inteligencia y no crean que cuando digo
estas palabras, me refiero solo a las tareas del hogar o a la familia, me
refiero a