Se acercan las Navidades. Algunos comenzamos a reservar
regalos para estas fechas, o a hacer la lista de la compra para las
consecuentes cenas y ya hemos podido ver algunos de los típicos anuncios
navideños, como el de la Lotería de Navidad, donde algunos conocidos artistas
cantan a la Navidad junto a un luminoso árbol, formado por bombos de lotería.
No tardarán otros tan esperados como el de Coca Cola o el de Freixenet, pero
con ellos, también vendrán aquellos que nos disgustan, o no nos gustan tanto.
Son los anuncios de las ONGs. Anuncios que nos muestran a familias del tercer
mundo que no lo están pasando también como nosotros. Niños que sufren
enfermedades como el raquitismo, entre otras, a causa de la malnutrición que
padecen, que carecen de medicinas y demás servicios sanitarios, etc.
Pero no quiero hablaros de ello. Para mostrar esa parte de
la realidad, ya están las cadenas de televisión, que lo hacen estupendamente
mostrándonos las imágenes con toda su dureza, y con esto no quiero criticarlos,
sino todo lo contrario. Es bueno tener los pies en el suelo y conocer la cruda
realidad, la realidad de saber que hay gente que está mucho peor que nosotros.
Por desgracia, la situación, que en pleno siglo XXI tendría
que estar mejorando, está mucho peor. Esa
No voy a reflejar índices ni porcentajes, pues le realidad es
evidente. Familias que pierden sus casas a causa del creciente desempleo, quedando
en la calle sin trabajo y sin dinero, y los que peor suerte tienen, sin un
techo para cobijarse de las inclemencias del tiempo, porque algunos pueden
tener la suerte de que algún familiar los acoja en su casa. En la puerta de
cualquier albergue podemos ver, en las inmensas colas, a personas conocidas o
con las que en en algún momento de nuestra vida hemos coincidido cuando las
cosas le iban mejor. Vemos a niños que se desploman en el patio del colegio,
sin ningún motivo aparente, por no tener una dieta mínima. Niños que la mayoría
de las noches se van a la cama mal cenados, o incluso sin cenar, y que muchos
días van al colegio sin desayunar, que por no tener un mínimo de nutrientes, su
salud se vuelve precaria. Si ven a un adolescente llorando en un supermercado
junto a su madre, piense que quizás no sea porque es un malcriado, sino porque
quizás sea consciente de la situación de su familia y le duela que la que esté
haciendo la compra de su casa, sea su abuela con la mísera pensión que quedó o
si ven en la puerta del mismo supermercado a una persona pidiéndole algún tipo
de alimento, no lo miren con desprecio pensando que lo cambiara por vino o por
drogas, los drogadictos no piden alimentos, piden dinero.
Esto es algo que tiene solución, y la solución se llama
compartir. Puede que a alguno esto le suene a norma de guardería, pero quizás
tengamos que darnos una vuelta por aquellos tiempos de guardería o de
parvulario y recordar lo que nuestra profesora nos enseñaba por aquel entonces.
Solo así veríamos que eso que se nos enseñaba de niños, es aplicable a los
tiempos que vivimos.
Pero no nos confundamos. Como dice en una de sus canciones,
Alejandro Sanz: “dar solamente aquello que te sobra, nunca fue compartir sino
dar limosna”. Salga a la calle y valla a un supermercado, quizás a estas
alturas encuentre a algún representante de de alguno de los bancos de
alimentos, si es así pídale uno de los folletos que dan con la lista de productos
necesario y haga una compra, si no llévela a su casa y pónganse en contacto con
cualquiera de las organizaciones o asociaciones que se dediquen a recoger
alimentos, estoy seguro que no
les importará pasarse por su casa a recoger esa
compra que a lo mejor es pequeña, pero que tanto bien hará. Ya sea por
autentico animo de ayudar o por callar su conciencia, pero hágalo, pues hay
mucha gente necesitada, familias enteras, mujeres, niños… que serán muy felices
por el mero hecho de tener un plato de comida ese día. Estas Navidades,
seguramente estarán en sus casa cenando a gusto con sus familias, pero muchos,
con suerte, lo harán en un albergue o quizás ni siquiera cenen. Háganlo, pues,
“desde mi punto de vista” no les cuesta trabajo y entre todos haremos mucho
bien en estos tiempos de necesidad.
Es fácil ponerse en contacto con las distintas
organizaciones o asociaciones. Solo tienen que entrar en internet y buscar las
pertenecientes a su provincia. En sus páginas podrán encontrar números de
teléfonos, direcciones de correo electrónico y direcciones físicas. Solo es
cuestión de ponerse y mucha gente se lo agradecerá.
El banco de alimentos está en todo el mundo y se denomina
igual en todos los países solo difiere en la denominación del país. Aquí os
dejo la dirección web del banco de alimentos de España, en ella encontrareis la
forma de poneros en contacto con el banco que corresponda a vuestra provincia:
Y para cualquier duda, pueden ponerse en contacto conmigo
mediante el formulario de contacto de este blog:
Depuntovista.blogspot.com
O seguirlo en twitter en:
@Dragonlejend
Gracias por vuestra colaboración.
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