Ayer, el periódico “El País” publicó la noticia del ascenso
del teniente coronel Miguel Ayuso Torres. Esto de por sí no es relevante pues
cualquier militar puede ser ascendido, si reúne los requisitos para ello. Lo
relevante es la forma en la que asciende y quién es Miguel Ayuso.
Comencemos por quién es. El Teniente Coronel Miguel Ayuso es
miembro del Cuerpo Jurídico Militar, destinado en el Tribunal Militar
Territorial Primero, catedrático de ciencia política y derecho constitucional
en la Universidad Pontificia de Comillas, presidente de la Unión Internacional
de Juristas Católicos, director de la revista “Verbo”
. Todo esto además de
haber escrito una veintena de libros y dado conferencias por más de medio
mundo.
Todo esto está muy bien, pero ¿y si además le sumamos que se
une a filas con la Comunión Tradicionalista, la rama más radical del Carlismo?
Este señor de la extrema derecha también fue jefe de la
secretaría de Sixto de Borbón, el cual se pretende Rey legítimo de España. También fue alumno y seguidor de
Eugenio Vegas Latapie, que para los no estén muy puestos en la historia de la
Guerra Civil Española, era el fundador de la revista “Acción Española” que fue
la que propició, intelectualmente, el alzamiento nacional del 18 de Julio de
1936 y la consecuente guerra civil.
Si, señores lectores. Este señor es un respetable facha de
pies a cabeza que afirma, en medios de comunicación, que “estamos en presencia
de una seudoconstitución que no puede tener principios en función de su origen
bastardo y espurio”. Así es como este señor defiende la constitución que juró
defender al igual que la Corona que no reconoce. Además de esto, también hace
afirmaciones, tales como: “el sistema del 78 se basó en la mentira, por lo que
antes o después se tenía que desmoronar”, “las fuerzas amadas sufren hoy una
serie de leyes verdaderamente demoledoras que han acabado con el compañerismo,
en las que se hacen una serie de evaluaciones en las que el mérito y la
capacidad son exclusivamente criterios de la cobertura de la arbitrariedad y
del amiguismo” o que “la democracia-cristiana es el Partido Popular de nuestros
días […] por eso ese ensamble de razas
turbio y pintoresco de toda suerte de razas y pelajes”.
Aunque no son estas las mejores. En una conferencia a la que
asistió en Guadalajara (México) en el año 2007, defendió orgulloso que la
Guerra Civil Española no fue un enfrentamiento cainita, como a su juicio,
pretende la literatura eclesiástica reciente, sino una “verdadera cruzada” y
además define la represión franquista como legal, aunque severa. Señor Ayuso,
diga estas palabras en una conferencia, para todas aquellas personas que
perdieron a sus seres queridos en aquella “verdadera cruzada”, porque algunos
cayeron en el campo de batalla , pero otros fueron asesinados bajo falsas
acusaciones, y para aquellos que sufrieron la represión “legal” franquista de
la postguerra, y haber como sale de esa, señor Ayuso.
En estos últimos meses, el brigada Jorge Bravo ha sido
sancionado con un mes de arresto por cuestionar los recortes salariales de los
militares y el cabo Antonio Martínez Cánavas a también a un mes de arresto por
no identificarse como militar en un recurso, ambos presidentes de dos
asociaciones militares. ¿Qué sanción podría imponérsele al señor Ayuso por
faltar a juramento de lealtad a la patria?
No se le ha impuesto ninguna sanción al Teniente Coronel.
Todo lo contrario. El señor Ayuso ha sido clasificado para el ascenso a Coronel,
en una resolución firmada por la Secretaria de Defensa, Irene
Dominguez-Alcahud. De 33 candidatos a las 10 vacantes, Ayuso está en el puesto
número 8, lo que le garantiza el ascenso, cosa que no sucedía en la última
evaluación, en la que quedaba en un puesto fuera de esas diez vacantes. Además
esto ha provocado la destitución y paso anticipado a la reserva del General
Luis Poyato, por querer evaluar a candidatos más veteranos y por su oposición
al mandato de la secretaria de defensa de ascender sí o sí al Teniente Coronel.
Esto último es negado por la misma, pero ¿quién lo corrobora? Yo no.
Señores del Ministerio de defensa, están premiando el
facherío. Ustedes que en su día juraron defender la Constitución y la corona,
recompensan con un ascenso de alto rango a aquel que tira por los suelos, los
principios en los que se basa la democracia, a un señor que defiende la
dictadura, la represión y la tiranía y que aboga contra nuestros derechos
constitucionales, según le convenga.
Le están dando poder a un facha, con tal magnitud de
influencias, que podría provocar otra guerra civil ¿y pretende que nos creamos
que reprocharan a aquellas juventudes populares que hicieron gala de símbolos
fascistas, neonazis y franquistas? ¿Qué pretenden?
Le están dando una palmadita en la espalda al la extrema
derecha, la cual está en contra de todas las libertades y derechos
fundamentales, a aquellos que destruyeron España, que robaron saquearon y
asesinaron sin compasión ¿Por qué, de paso, no volvemos de nuevo al garrote vil
y a los fusilamientos? Total, de eso a lo que están haciendo, solo hay un paso.
Esos son los principios, que con intención o sin ella,
defiende nuestro Gobierno. El facherío, la deslealtad y, según la documentación
de Bárcenas, la corrupción. Pero, esto último no se le atribuye al señor Ayuso,
pues según él, el tráfico de influencias, no es corrupción, y si él lo dice,
como presidente de la Unión Internacional de Juristas Católicos, y será verdad.
Esto es solo “desde mi punto de vista” pero piensen en ello.
Quizás un día, no muy lejano, nos levantemos y tengamos que oír el “cara al
sol” todas las noches antes de irnos a dormir y le enseñen a nuestros hijos
“montañas nevadas” en la escuela y pobre de aquel que pillen escuchando la
internacional o tenga propaganda encima, aunque sea del burger de la esquina.
Si en democracia es el pueblo el que tiene el poder, no se
nota, porque al fin y al cabo, son esos políticos que ponemos en el gobierno,
para que velen por nuestros intereses, los que hacen lo que les viene en gana.
Así que por si acaso, a la orden de vuecencia “mi Coronel”
¡Por Dios, por la Patria y el
Rey!
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